lunes, 4 de febrero de 2013

Escraches

Nunca estuve de acuerdo con los tristes y famosos "escraches", que la izquierda vernácula los puso en el tapete cuando quiso denostar a algún personaje que, para ellos, no debía vivir tranquilo en su barrio.

Es un acto totalmente repudiable por donde se lo mire. Claro está, que el gobierno siempre miró para otro lado y nunca dedicó una sola palabra a esta actitud antidemocrática.

Puedo estar en desacuerdo con alguien, pero no tengo el derecho de ensuciarle el frente de su casa, pintar las calles y veredas con insultos y además, atemorizar a toda su familia sin respetar a nadie, ni siquiera a los hijos.

Otra cosa es insultar o agredir de palabra a un político que está hablando, sobre todo si forma parte de un gobierno. Tampoco me parece correcto, pero en este caso, el propio político es el que se expone en frente de la multitud. Solo, con su conciencia.

Kiciloff, según los videos que están circulando, recibió fuertes insultos en un Buquebús, estando su mujer e hijos. Debo reconocer que no me gustó la escena y lo que pasó. Podrá ser un ladrón, un hipócrita o lo que Ud. quiera decir, pero su familia no tiene la culpa.

Justificar este acto, diciendo que Cristina hace lo mismo con sus discursos llamando  "abuelo amarrete" o mandando a la AFIP a una inmobiliaria porque se quejó, es ponerse a la misma altura. Significa bajar a la cloaca de una sociedad que se está desintegrando. Creo que estamos en un nivel por encima de estos personajes que forman parte de un gobierno que cada vez tiene menos credibilidad.

Habría que preguntarse porque Kiciloff viajó en clase turista en el ferry en lugar de usar primera clase o un vuelo en avión. Tal vez nunca imaginó el descontento que provoca su presencia. La lección está aprendida.

Por otro lado, Boudou fue silbado e insultado mientras pregonaba ser parte de un gobierno "de amor" (sic). Si leyó bien. Un tarado cósmico o, como diría Lanata, un tarado patrón, sobre el cual se miden los diferentes tamaños de tarados.

Este es un caso diferente al anterior. Solito en el palco, rodeado de aplaudidores, no supo ni pudo con la gente presente. Llamarlos facistas, tampoco fue un reflejo político adecuado...bueno, tal vez si, teniendo en cuenta quién es. El pedido del intendente local, tampoco lo ayudó demasiado.

Supongo que este nefasto personaje sabe que la gente no lo quiere y no lo soporta. En el futuro, seguramente se asegurará de contar con una claque adecuada que lo proteja del "pueblo" contrario. Decir que fue armado y preparado, es un insulto a nuestra inteligencia.

¿Se darán cuenta realmente, qué es lo que está pasando?

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