martes, 23 de diciembre de 2008

Estadista

Mientras nosotros seguimos vendiendo espejitos de colores, en realidad, heladeras, autos y viajes. Visitando gente importante del primer mundo como el terrorista Kadafi y haciendo anuncios que conmovieron al mundo como "vamos a llevar a Tuntankamón a la Argentina", el desubicado de Lula, que no sabe lo que pasa en el mundo, se junta con el presidente de Francia Sarkozy para cerrar un plan estratégico de defensa. De yapa, sigue peleando por un puesto en el Consejo de Seguridad en la ONU.
Hay que tener paciencia con Brasil, algún día será como nosotros.

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